Alegre, extrovertida y espontánea. Aunque trabaja fuertemente, todo lo que se gana se le va en artículos de belleza y toneladas de ropa, las cuales luce con orgullo y mucha piel, consciente de las miradas que levanta a su paso.
Enamoradiza. Cada hombre que conoce y le gusta, se lo imagina como el papá de sus futuros hijos, por lo que va por la vida, de tropezón en tropezón pero con una sonrisa en la boca y pensando en encontrar al hombre de su vida a la vuelta de cualquier esquina.
Excelente amiga, aunque debido a su carácter, cede fácilmente ante los chismes, los que declara superiores a sus fuerzas. Por lo que secreto en sus manos, no dura mucho en hacerse público.
Liz viene de una pequeña ciudad intermedia, lo que le da ese espíritu extrovertido y rumbero, amante de los colores fuertes y ropa vaporosa.
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De su familia prácticamente escapó para no tener que cumplir con las labores domésticas que según su papá debía asumir por ser la única mujer entre dos varones. Argumentando que venía a la gran ciudad a estudiar, encontró rápidamente empleo en un billar, donde trabaja y disfruta la vida, sin preocuparse por el futuro, al fin y al cabo, la vida es una sola y hay que gozarla, más adelante habrá tiempo para lo demás.