Desde que Lorna se fue a vivir a Bogotá la vida no Moncho no ha sido igual, ha tenido que disimular sus contantes coqueteos con las clientas de la cevichería. Pero ninguna mentira es perfecta, el costeño está en sus andanzas y Lorna lo pilla.
La nena no soporta lo que su novio le hace y se va muy malgeniada. Gustavo le aconseja a Moncho llevarle flores y chocolates, pero cuando llega a la casa se da cuenta que Lorna se fue con todo y su ropa. Lo que no sabe es que está escondido en el apartamento de Bárbara.