El matrimonio de Armida e Ismael va en serio y por eso él la lleva hasta su trabajo para presentarles a todos sus trabajadores y el lugar en donde tiene sus oficinas. Pero al entrar, se encuentran con una secretaria que termina hablando de lo joven que es Armida para su jefe.
Pero la cosa no termina ahí. Cuando Armida debe acudir a su local que ha sido atacado, el policía confunde esa relación como de padre e hija y luego como de abuelo y nieta.