Natalia con las pruebas suficientes que incriminan a su futuro esposo ya tiene más claro su futuro, mientras que por su parte a Rodrigo sus planes de matrimonio se van al suelo y los deseos de acabar con Dulces Toledo se rompen por completo.
Al parecer el panorama para las hermanas se está despejando y las mentiras a las que se han visto envueltas toda su vida se están descubriendo.