La vida de Eli cambió radicalmente desde que empezó a trabajar con el doctor Fernando Bocanegra, ya no tiene tanta disponibilidad de tiempo y no puede usar su celular siempre que lo desee. Incluso, tuvo que viajar a Bogotá mientras Alejo iba para Barranquilla.
Cuando va a la cevichería a saludar no se aguanta y le cuenta a doña Pati y Loli que su jefe es un ejemplo a seguir y que está totalmente asombrada de lo brillante que es. Alejandro escucha la conversación y teme, sabe que Bocanegra enamoraba a todas en la universidad por su físico e inteligencia.