El exproductor de Hollywood
La jueza del Tribunal Superior de Los Ángeles, Lisa B. Lench, desestimó los cargos que presentó contra Weinstein la directora de documentales y esposa del gobernador de California, Jennifer Siebel Newsom, y a la modelo Lauren Young, según informaron medios locales.
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Siebel Newson acusaba al productor de los cargos de violación y cópula oral forzada, mientras que Young lo señalaba de agresión sexual.
Si bien los miembros del jurado no lograron unanimidad en su decisión, las votaciones se inclinaban a favor de una condena en el caso de ambas víctimas.
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El fiscal adjunto Paul Thompson fue quien dio a conocer la decisión de la jueza, y aseguró que de resultar culpable de los cargos desestimados, el productor solamente hubiera recibido un año más de condena.
La jueza también ordenó que el exproductor de 70 años sea trasladado de vuelta a Nueva York, donde fue condenado a 23 años de prisión en un juicio que enfrentó en 2020 por delitos similares, para que siga cumpliendo su pena.
El 19 de diciembre de 2022 Weinstein fue declarado culpable de tres cargos de violación y abuso sexual a una modelo y en febrero condenado a 16 años de prisión.
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El productor fue juzgado por siete cargos que se basaban en acusaciones de cuatro mujeres cuyos abusos sexuales se produjeron entre 2005 y 2013, todos presuntamente en habitaciones de hoteles de Los Ángeles.
La ola de señalamientos contra Weinstein comenzó en 2015, cuando algunas actrices comenzaron a alzar la voz en torno a sus abusos.
Pero Weinstein no vio su carrera derrumbarse hasta octubre de 2017, cuando el periódico estadounidense The New York Times y días más tarde la revista The New Yorker destaparon un historial de acosos y agresiones sexuales perpetrados por el productor durante décadas.
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Sobre Harvey Weinstein
Harvey Weinstein, su hermano Bob y un amigo llamado Corky Burger produjeron una serie de conciertos de rock en Buffalo durante la década de 1970. Los Weinstein, que siempre habían sentido el deseo de entrar en la industria cinematográfica, aprovecharon el dinero conseguido en dichos espectáculos para crear una pequeña distribuidora de cine independiente a la que bautizaron como Miramax, uniendo los nombres de sus padres (Miriam-Max). EFE