Gadd escaló la parte más septentrional de las famosas cataratas de la Herradura desde la base del congelado río Niágara. La distancia de ascenso es de 140 pies y la ruta fue casi exactamente a lo largo de los Estados Unidos y la frontera canadiense, una ruta apropiada para Gadd, ciudadano con la doble nacionalidad de los países donde realizó su hazaña, nacido en Colorado y ahora residente por mucho tiempo de Alberta, Canadá.
"He viajado por el mundo en busca de las escaladas más difíciles, pero las cataratas del Niágara, uno de los monumentos más emblemáticos de mi país de origen, ha sido una misión de vida que anteriormente nunca pensé que fuera posible", dijo Gadd. "Lo viví todo de forma muy real en esa pared. Hay mucho en lo que debes centrarte. El espesor del hielo varía de una pulgada a 10 pies, por lo que cada movimiento y agarre es diferente. Hay muchos otros factores, todo esto teniendo en cuenta que estoy ante la más poderosa cascada del mundo fluyendo por encima de mi hombro".
El material recientemente publicado muestra a Gadd navegando a través de las plataformas de hielo, bloques de hielo pulverizado y paredes de roca traicioneras para lograr esta hazaña. Con 150.000 toneladas de agua fluyendo sobre la cresta cada minuto a una velocidad de 112 kilómetros el impacto generado es equivalente a cerca de 4000 camiones de dieciocho ruedas que golpean el suelo al mismo tiempo.
"El flujo de agua masivo sacude constantemente el suelo y hace que las plataformas de hielo y paredes a su alrededor sean inestables e impredecibles. Es un ambiente duro y un desafío intenso el estar pegado a la pared y mucho más subirla", remarcó Gadd.
Con esta escalada histórica, Gadd suma a una lista de logros impresionantes en el último año. Ha sido nominado como uno de los Aventureros del Año de National Geographic, ha subido los glaciares de hielo en retroceso del Kilimanjaro y ganó el prestigioso concurso Ouray Ice Festival.