Una niña brasileña de 10 años quiso lucir el azul de los ojos de su muñeca de plástico, así que no midió lo que podría pasar después, se los sacó al juguete y se los puso como si fueran lentes de contacto.
Lo que nunca se imaginó fue el fuerte dolor que le causó el plástico en sus ojos. Su madre se percató del hecho y salió a socorrerla, no sin antes grabar lo que había sucedido y publicarlo en su cuenta de Facebook.
La mujer compartió el video, que ya tiene más de siete millones de reproducciones, para alertar a los padres del peligro que corren en cada travesura.
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