El director creativo de Chanel, Karl Lagerfeld (82), tiene una inconfundible imagen personal que apenas ha variado en los últimos los años, con sus gafas de sol oscuras y su pelo blanco recogido en una coleta que no se quita ni para dormir.
"Sí, me pongo una coleta baja. Hay que estar impecable, y mi madre me enseñó que tienes que estar siempre impoluto, incluso cuando vas a la cama", confesó el diseñador a la revista Harper's Bazaar cuando le preguntaron si alguna vez renunciaba a su famoso peinado.
La rutina diaria del modisto comienza con un baño por las mañanas tras el cual se pone a trabajar siempre desde la comodidad de su casa, de la que únicamente sale cuando sus compromisos laborales no le dejan otra opción.
"No me ducho por la noche, porque siempre me doy un baño cuando me levanto. Y después me voy a la cama, con las sábanas de algodón egipcio más bonitas del mundo. Normalmente estoy en casa desde la mañana hasta las cinco de la tarde, y solo salgo para ir a pruebas de ropa y a sesiones de fotos porque trabajo en casa. Me gusta estar solo", aclaró.
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Aunque Karl es una persona independiente, sí necesita que le lleven cada día la comida a casa porque no tiene cocina.
"Yo hago de todo, pero odio eso. No me gusta que la gente me toque, pero no hay cocina en la casa, por lo que me traen la comida para comer y para cenar, como si fuera un hotel".
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Tras cuarenta años en el mundo de la moda, Lagerfeld no tiene ninguna intención de jubilarse.
"Todo el mundo está esperando a que me retire para conseguir mi trabajo, pero mis contratos con Fendi y Chanel son de por vida", afirmó rotundo.
Por: Bang Showbiz