Este 13 de mayo, Carlos ‘el Gordo’ Benjumea cumple cuatro años de fallecido. El actor murió en 2021 a causa de complicaciones de salud que tenía desde tiempo atrás, como problemas en los riñones y dificultades con su columna.
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El hombre había sido diagnosticado previamente con diabetes. Los médicos le habían advertido que podría morir debido a esta condición. Posteriormente, se sometió a una cirugía bariátrica que le ayudó con su diagnóstico, pero que sacó a relucir otros problemas.
Como consecuencia de sus dificultades de salud, sus riñones ya no funcionaban de la misma forma. Él se dio cuenta mientras filmaba una novela; de hecho, en algún momento confesó en Se Dice de Mí que “casi no la termina para contarlo”.
Tras varios exámenes, se determinó que debía someterse a diálisis hasta que pudiera recibir un trasplante que mejorara definitivamente su condición: “Ahí comienza Cristo a padecer y su madre a pasar trabajos”, comentó.
El 'Gordo’ Benjumea no aceptó el riñón que le iban a trasplantar
La prioridad era encontrar un órgano para el actor. Sin embargo, cuando finalmente lo encontraron y se definió que estaba apto para recibirlo, algo cambió y Benjumea optó por ceder la oportunidad y dárselo a otra persona.
Se trataba de un joven que conoció durante la diálisis. Él tenía 16 años y había nacido sin riñones, por lo que recibir el órgano finalmente le daría la posibilidad de vivir con normalidad. Durante la entrevista, el actor explicó que el objetivo de su vida era ayudar a otras personas.
Su argumento fue que, en ese momento, él ya tenía 73 años y un joven podría “disfrutarlo mucho más que él (...), le parecía que ya había vivido”. Adicionalmente, su hija comentó que le había dado muy duro conocer niños durante la diálisis.
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Lo cierto es que sus seres queridos comentaron que Carlos Benjumea no quería que le consiguieran un riñón con más rapidez solo por ser famoso. No le interesaban los privilegios que le podía dar su nombre o posición.
Sobre la diálisis, nunca tuvo problema en decir que era una experiencia terrible: “Es como que te agarraran a batazos, pero por dentro. Por una vena te sacan la sangre y por otra te la meten 100 veces por hora. Por macho que uno sea, uno sale muy golpeado”, manifestó.