Las historias sobre espantos, demonios, brujas o todo tipo de entidades paranormales son muy comunes en el campo colombiano y el Charrito Negro conserva varías historias de este tipo.
En el capítulo del 30 de noviembre de Se Dice De Mí, el cantante recordó la anécdota de cuando era niño y fue raptado por un duende. Esta historia le ocurrió en la pequeña población rural de Celián en el Valle del Cauca y según cuenta él le ocurrió cuando fue a buscar a su hermana que iba de camino al colegio.
Según cuenta el reconocido músico popular, en vez de llegar a la escuela de la localidad siguió derecho y se le arrimó un niñito que le hablaba. A causa de esto duró tres días perdido en la maleza y la gente lo oía cantar y hablar.
“Cosa curiosa, todos los que me encontraron ya están muertos”, afirmó. De acuerdo con el relato del artista, la gente lo regañaba, pero él no les prestaba atención.
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Sobrevivió alimentándose de guamas, un fruto nativo de Colombia y otros países de América.
Jaime Antonio Villegas, músico del grupo del Charrito Negro, describió al duende como “una persona de estatura bajita, que usa un sombrero grande y por dónde camina deja un solo rastro”.
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Sin embargo, el Charrito Negro asegura que cuando niño también sintió varias brujas cerca de él.
“Cuando pasábamos ellas se burlaban. Yo llevaba una vela y me la apagaban. Recuerdo una vez que me encontré unos marranos grandes, yo cerré los ojos y me agarré a rezar, qué me lleve el que me trajo porque yo no me devuelvo y esos marranos eran las mismas brujas”.
Además, confesó que ha sido víctima de brujería a causa de la envidia.
“Me han atacado mucho la garganta y la mayoría es por envidia, pero yo digo: ‘por qué si yo soy bueno con la gente’, pero la envidia no falta. Un padre en Nueva York me dijo: ‘Yo no soy un brujo, yo soy exorcista y le quiero confesar algo, a usted lo están alumbrando en un altar”.
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Su hijo Alexander González relata que los días que tenía shows o entrevistas se ponía mal, a causa de la brujería. Su esposa, María Victoria Aragón señala que en la casa familiar sentían cosas extrañas y lo percibían todos lo que allí habitaban.
La cura fue su refugio en Dios:
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“Uno tiene que buscar ayuda, pero la ayuda más grande es Dios, nuestro creador, dejarle todo a él para que nos ayude”, concluyó.
Para revivir todo lo que dijo El Charrito Negro de su vida y conocer otros detalles ocultos, no olvides ver todo el capítulo de su historia en Se Dice De Mí.
Mira el capítulo completo aquí:
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