Luis Suárez, uno de los delanteros más destacados en el momento, y su esposa, Sofía Balbi, tienen una historia de amor de película. En la que el futbolista uruguayo tuvo que triunfar para reencontrar a su alma gemela.
Suárez conoce a su esposa desde que tenía tan solo 15 años, él jugaba para las menores de Nacional de Uruguay y a su vez barría calles y cuidaba carros para poder ganar algo de dinero para así ayudar a su madre, quien pasaba por una fuerte crisis económica luego de la separación con el padre de Luis.
"Era un adolescente, pero la conocí en el momento justo, porque ella no es la que me guio el camino, sino la que me ayudó a corregirme, a darme cuenta quiénes eran mis amigos y quiénes no", relató el futbolista para el fallecido periodista argentino Topo López.
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"He llegado a vender algo o he hecho algún esfuerzo con tal de demostrarle a ella que la quería, que quería estar con ella y hacerle un regalo. Era un momento en que mi familia, mi madre y mi padre no estaban en un momento como para andar haciendo regalos, pero había que hacer un esfuerzo por amor", relató Suárez sobre cómo conquistó a la rubia, quien era dos años menor que él.
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Sin embargo, en 2003, la familia de Sofía decidió radicarse en Barcelona debido a la crisis económica por la que atravesaba Uruguay. Luis no tenía dinero para poder hacer ese viaje por lo que debió despedirse de su amada.
"El día que nos despedimos, yo con 16 años y ella a punto de cumplir 14, fue un 'adiós, un gusto haberte conocido' y no un 'nos vemos', por mi situación económica y por la de ella, que se iba buscando una mejor calidad de vida", relata el goleador.
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Suárez abandonó el futbol por segunda vez, ya que anteriormente lo había hecho por las depresiones que tenía debido a su difícil situación económica y personal. Fue entonces, cuando su entrenador, Ricardo 'Murmullo' Perdomo, le dijo una frase que cambiaría su destino.
"O centras tu vida o te vas de aquí", fue el ultimátum que recibió el jugador.
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Palabras que el 9 valora, ya que gracias a ellas volvió a dedicarse de lleno al fútbol y así cumplir una promesa que le habría hecho a Sofía cuando se comunicaba con ella a través de internet, en la cual le aseguraba que se convertiría en un gran jugador y así se reencontraría con ella.
Suárez le prometió a su amada que algún día se iría a Europa a jugar y así podría volver a verla para casarse con ella y tener hijos. Luis también le dijo que ganaría tanto que el dinero no sería problema.
El talento de Suárez le dio la oportunidad de poder viajar a España con la ayuda de algunos dirigentes de Nacional, lo cual hizo varias veces. Luego todo empezó a salir viento en popa para el futbolista, quien llegó a la primera división de su equipo y en su temporada debut anotó 12 goles en 34 partidos.
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Gracias a ello, unos agentes del Groningen de Holanda quedaron impresionados con el desempeño del uruguayo y a los 19 años se lo llevaron a Europa, su lugar soñado, un paso más cerca de su amada.
A pesar de estar en el viejo continente, no era fácil para Luis poder viajar a Barcelona, sin embargo, en una oportunidad logró hacerlo y allí le pidió a los padres de Sofía que la dejaran irse a vivir con él, ya que Suárez no sabía hablar inglés y ella sí, por lo que lo salvaba en más de una ocasión.
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"Ella, aunque la gente no lo pueda creer, con 16 años y yo con 19 recién cumplidos se fue a vivir conmigo a Holanda, a un país que no conocíamos. Hicimos muchas cosas y hoy en día las estamos valorando muchísimo, las disfrutamos y tenemos la familia que siempre quisimos tener", recuerda el delantero de la selección uruguaya.
Por fin, con su amor de toda la vida al lado, el ascenso de Luis se volvió inigualable, su gran desempeño en el Groningen le dio un valor de 10 millones de dólares para ficharse en el Ajax, también de Holanda, en donde se destacó aún más y así logró llegar convertirse en el capitán del equipo.
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En marzo de 2009 Luis y Sofía se casaron. Y en agosto del 2010 nació su primera hija, Delfina. "Lo que más disfruto de mi hija es verla cuando se despierta. Siempre está recontenta y nos mira y se le ilumina la carita. Son momentos que disfruto mucho. Cosas que no imaginaba", asegura Suárez.
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Según el actual delantero del Barcelona, Sofía ha sido el apoyo para todos aquellos momentos difíciles de su carrera, como los incidentes tras morder a tres rivales dentro de la cancha, lo que le llevó a ser suspendido en el Mundial de Brasil 2014.
Actualmente la pareja tiene dos hijos, Delfina Suárez de 8 años y Benjamin Suárez de 5, quienes complementan esta historia de amor de película, que sin duda ha tenido un desenlace de cuento de hadas.
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