Teniendo en cuenta que al actor Antonio Banderas le restan solo tres años para adentrarse en la década de los sesenta y que, al margen de que sigue tan activo como siempre en el plano laboral, cuenta con una dilatada trayectoria cinematográfica plagada de éxitos y experiencias inolvidables, no debería resultar sorprendente que el malagueño haya estado recurriendo últimamente a su perfil de Instagram para hacer pequeños ejercicios de nostalgia sobre varios de sus momentos estelares en la industria.
Sin embargo, en esta ocasión el astro de Hollywood ha preferido rememorar un momento, sin duda inolvidable para el cine español, en el que por otro lado él no cuenta con un papel protagonista: la ceremonia de los premios Óscar del año 2000 en la que Penélope Cruz y él mismo le entregaron al director Pedro Almodóvar su primera estatuilla dorada por la cinta 'Todo sobre mi madre', en la que la de Alcobendas jugaba un papel secundario y Banderas, directamente, no aparecía.
"Recordando el Óscar de 'Todo sobre mi madre', de Pedro Almodóvar en el año 2000 #Throwback Thursday", ha escrito el intérprete en su cuenta personal junto a una imagen en la que los tres posan sonrientes en la sesión de fotos posterior a la celebración de la gala.
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Aunque la oscarizada cinta no tuviera en su elenco al representante más internacional del cine español, hay que recordar que Antonio Banderas ha protagonizado buena parte de los filmes más representativos de la filmografía del manchego y que, gracias a su participación en películas como '¡Átame!', 'La Ley del Deseo', 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' y 'Matador', hizo méritos de sobra para dar el salto a la meca del cine.
En 2011, actor y director volvieron a trabajar juntos, la primera vez en más de dos décadas, en la cinta 'La piel que habito', una circunstancia que Banderas aprovechó solo unos años después para alabar abiertamente a su amigo y mentor por todas las oportunidades profesionales que le había brindado y, sobre todo, por sacar lo mejor de sí mismo delante de la cámara.
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"Está encima de todo. Los colores, las paredes, cómo van a ir vestidos los actores, los peinados, el maquillaje... Absolutamente todo. Era muy divertido pero también muy duro, porque Pedro es duro. Y eso está bien", explicaba en un documental de la cadena TMC sobre el carácter perfeccionista del cineasta.