En millones de hogares colombianos, el fin de semana no estaría completo sin el icónico programa de entretenimiento,
Las risas no paran en el set de grabación, y así lo dejó ver El Pollo Díaz, quien nos mostró el trabajo incansable que se necesita para que este programa sea posible. El humorista se infiltró en los rincones del maquillaje, vestuario, sonido y master, para darnos un abrebocas de lo que ocurre antes de que las cámaras comiencen a rodar.
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El viaje comenzó en el departamento de vestuario, donde El Pollo Díaz se unió a Lina Olivares, la encargada de vestir a los comediantes. Con una sonrisa, Lina nos reveló que cada comediante tiene su propio estilo, y cuando se trata de nuevos talentos, ella se convierte en la mente creativa detrás de los atuendos.
La magia del transformismo es revelada por Esperanza Guasca, también conocida como ‘Panchita’. No solo es parte del equipo de maquillaje desde hace varios años, sino que también personifica a los humoristas con pelucas, bigotes y todo tipo de accesorios que dan vida a los personajes cómicos. Su habilidad para crear transformaciones impresionantes es fundamental para el programa.
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El Pollo Díaz cedió el micrófono al humorista y libretista,
El sonido es una pieza clave en Sábados Felices, y el humorista nos mostró cómo se cuida cada detalle para asegurar una experiencia auditiva excepcional. Pero no podemos olvidar a Nelly Bernal, una de las directoras asistentes del programa, quien con su toque único aseguró que todo debe salir a la perfección.
En el corazón del proceso está el master, donde cada aspecto se monitorea minuciosamente para garantizar que todo fluya sin problemas durante la grabación. Es aquí donde se fusionan el trabajo técnico y creativo para dar vida a la magia de Sábados Felices.
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El viaje de El Pollo Díaz lo llevó finalmente al set, donde se encontró con sus compañeros. Las bromas y risas no se hicieron esperar, y es evidente que la camaradería es una parte esencial de este equipo.
El estudio cobró vida cuando