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Cabezote Regias

Elizabeth Oviedo deja su huella en el fútbol: una referente del arbitraje en Colombia

Elizabeth Oviedo ha sido una de las mujeres encargadas de trabajar en un enfoque de género y deporte, en el que se quiten los estigmas y falta de garantías tanto a las jugadoras como a las juezas.

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La historia del fútbol femenino en Colombia está lejos de ser reciente, desde sus inicios, con un punto de origen aún puesto en duda, pues tres ciudades se disputan ser la cuna del balompié en nuestro país, las mujeres han estado luchando por ser parte integral de un deporte en el que ni en su era de amateurismo se consideraba que era para ellas.

Elizabeth Oviedo ha sido parte de ese colectivo que quiere darle un enfoque de género para causar un impacto y cambiar una errónea perspectiva con la que se ha causado exclusión.
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A pesar de que en 2017, en territorio cafetero, se profesionalizó el fútbol femenino y las grandes masas de hinchas empezaron a ponerle atención a estos equipos que disputaban torneos amateur respaldados por entes como la Difútbol, las garantías no siguen siendo las mejores y aún queda un camino importante hacia el verdadero reconocimiento de la mujer en el deporte rey.

Es por ello que Elizabeth Oviedo, exjugadora y referente del arbitraje, nos cuenta sobre su lucha por los derechos de las jugadoras y mujeres envueltas en el fútbol, cómo se apasionó por el balón y algunos de los obstáculos que ha tenido que lidiar en este camino.
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"El fútbol es mi pasión desde que tengo uso de razón. Me devuelvo en el tiempo para recordar cuando apenas jugaba con mi hermano en la calle del pueblo con una pelota hecha con bolsas y trapos porque no había balón. Yo tendría 5 años y estábamos descalzos en un tierrero porque la calle tampoco estaba pavimentada. Allí teníamos que defender mi participación en los partidos donde solo jugaban hombres", relató esta oriunda de Saravena, Arauca.

A pesar de su inocencia o de que probablemente solo se trataba de un juego, desde niña Elizabeth se dio cuenta que para ser parte de esto que disfrutaba tanto necesitaba aguantar la fuerza de los hombres: "me di cuenta que siempre tenía que hacer el doble para poder estar en el juego. Correr más, guerrear más y no quejarme".

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Al pasar de los años pudo vincularse a la Selección de Fútbol de Salón de su municipio, deporte más conocido como microfútbol, en donde tuvo la oportunidad de disputar torneos departamentales. Sin embargo, en su llegada a la Universidad Nacional se dio cuenta que había una notoria desigualdad en el juego.
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Gracias a este descubrimiento, Elizabeth Oviedo se dio cuenta que otra de sus pasiones era este tipo de activismo: "allí no había un equipo para competir y al interior no había torneos para las mujeres. Junto con dos amigos más, decidimos hacer una convocatoria para atraer más mujeres y a partir de allí empezamos a introducir el fútbol en el ámbito universitario. Nos dimos cuenta que si queríamos los espacios teníamos que construirlos nosotras y nosotros mismos".

Su acercamiento al arbitraje se dio mientras que era parte de la Selección de la Universidad Nacional y jugaba para la Liga de Bogotá los fines de semana. Una amiga le propuso que se involucrara con esto, algo a lo que ella inicialmente se negó, pues consideraba una actividad de bastante respeto. No obstante, ella la convenció y la contactó con la Liga de Fútbol de Cundinamarca.

"Allá hice mis pinitos con las categorías menores, me formé como árbitra e inicié mi carrera a nivel nacional. Era la única mujer, pero tenía que dirigir muchos partidos, la mayoría de hombres porque la competencia de las mujeres no estaba tan desarrollada", asegura.
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Durante este trabajo, uno de los principales obstáculos a los que se tuvo que someter fueron los comentarios de algunas personas: "llegar a consolidar la confianza de la gente en el trabajo que uno hace. De entrada, al verme cambiada en la cancha, los jugadores tenían prejuicios sobre si iba a hacer el trabajo bien o no. Mucha gente, incluyendo mujeres, me discriminaron por ser mujer y ejercer esta actividad".

Elizabeth Oviedo afirma que este es un problema que ha escalado hasta a nivel directivo, en el cual comenta que hay mucho recelo con respecto a la categoría de partidos que se le deben asignar a las mujeres. Así mismo, afirma que el no tener a una mujer dentro de la Comisión Arbitral afecta y reafirma aún más esta problemática.

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Una vez dentro de este gremio, quien ejerce como presidenta de la Asociación Nacional de Fútbol Femenino en Colombia, nos cuenta que a pesar de tener el reconocimiento de jugadores, jugadoras y miembros del cuerpo técnico, otra de las batallas que tuvo que lidiar fue ante el machismo en las tribunas, algo que al día de hoy se intenta erradicar.
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"Los insultos desde las tribunas eran muy normalizado tal vez porque asumimos que quien ingresa a esta carrera va a recibirlos sin importar si es hombre o mujer. Sin embargo, los comentarios eran diferentes. Me decían que fuera a lavar la loza, por ejemplo, que nunca se lo dirían a un hombre", exalta esta araucana.

A la par de esto, gracias a su preparación pudo empezar a ejercer el liderazgo de la Asociación de Árbitros de Fútbol de Cundinamarca, siendo la única mujer en ejecutar esta posición y que en medio de sus ideas para lograr un progreso, todo esto se le vino en contra.

"Sufrí un proceso de invisibilización sistemático por parte de la Comisión Técnica Arbitral quienes no se dirigían a mí como la máxima autoridad de gestión de la Asociación y en cambio se comunicaban con los árbitros directamente", describe.

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Elizabeth Oviedo estuvo 17 años al servicio del arbitraje de forma profesional, conformando la División Aficionada de la Federación Colombiana de Fútbol, y en ámbitos competitivos, siendo esto para ella un sinónimo de resistencia y resiliencia. Además, ahora ejerce como instructora e investigadora en asuntos del deporte en los que coordina el Observatorio de Arbitraje y Juzgamiento Deportivo Capítulo Colombia.

Debido a la invisibilización que han presentado varios proyectos de la mujer en este deporte, Elizabeth habla de su experiencia al lado de Gianni Infantino, presidente de la FIFA: "estuve participando en la segunda versión del Programa de Desarrollo de Liderazgo Femenino de la FIFA. Es un proceso de formación que reúne a mujeres influyentes en el mundo con un proyecto claro y ejecutable sobre el fútbol femenino y la mujer en el fútbol".
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Gracias a esta experiencia, esta referente del fútbol nos cuenta que: "hemos creado la Asociación Nacional de Fútbol Femenino donde reunimos a árbitras, jugadoras, entrenadoras, gestoras, periodistas y mujeres en todos los roles que el fútbol ofrece para desarrollar procesos que promocionen y visibilicen el trabajo de las mujeres en este deporte y por otro lado crear espacios libres de acoso para mujeres y niñas en el deporte".

En cuanto al panorama actual, Elizabeth Oviedo aclara que: "el punto donde más atrasados estamos es en la construcción de espacios libres de acoso para las niñas y las mujeres en el deporte. Las árbitras, jugadoras y técnicas han guardado silencio acerca de este tema porque encuentran que sus carreras pueden verse afectadas y cuando denuncian son borradas del panorama aduciendo que están mal y que es mejor que se queden calladas".

Toda esta historia de vida, pasión, lucha y entrega son una muestra de que Elizabeth Oviedo es una mujer todoterreno, quien al igual que La Chiqui, de Los Briceño, no tiene miedo a enfrentarse ante las injusticias que las mujeres pueden estar atravesando en gremios dominados por hombres.

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