Rosario Montes destroza el corazón de Franco casándose con Armando

Tras su regreso a casa, Norma y Jimena no paran de pensar en Juan y en Óscar y en todo lo que vivieron juntos pese a que su plan con ellas era otro.

Mientras tanto, Sarita intenta convencer a Jimena de que se divorcie y denuncie a los hermanos Reyes para que paguen en la cárcel, pero el amor que siente por su esposo es más fuete que la insistencia de su hermana y su madre, por lo que se niega rotundamente.

Por su parte, Armando está muy ilusionado por su reconciliación con Rosario y decide pedirle matrimonio.

Fernando habla con Eva y le pide que se vaya de inmediato de la hacienda, pues por culpa de ella las hermanas Elizondo corrieron peligro a manos de los Reyes. Pese a que esta intenta despedirse de las personas que por mucho tiempo fueron su familia, este se lo impide como castigo por su error. Toda la familia queda destrozada con su partida.

Antes de irse lejos de los Elizondo, la ama de llaves decide que debe despedirse de su hija, pero Olegario prefiere ayudarla a conseguir nuevo empleo y la lleva hasta una de las haciendas de doña Eduvina.

Los hermanos Reyes llegan nuevamente a la hacienda de los Elizondo y se forma toda una pelea con los empleados del lugar, quienes intentan evitar que ingresen. Tan pronto Norma y Jimena se enteran de que están allí deciden encararlos para les den una explicación sobre todo.

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Norma y Jimena hablan con los tres hermanos y les reprochan su engaño y el haberlas enamorado solo para vengarse por la muerte de su hermana y quedarse con la fortuna de su familia. Los tres intentan explicarles que su amor es sincero, pero estas siguen empeñadas en que solo querían destruirlas.

Los hermanos Reyes intentan aclarar el mal entendido con el tema del veneno, que en realidad era para acabaron una plaga de ratas, pero estas no les creen nada y les piden se alejen para siempre de ellas o de lo contrario los denunciarán con la Policía.

Armando le propone a Fernando que acaben con los Reyes mandando unos sicarios para que se encarguen de ellos. Aunque Fernando en un principio lo duda, termina accediendo.

Por su parte, Rosario y Armando tienen una romántica boda llena de muchos invitados, mientras que Franco los observa desde lejos con el corazón hecho pedazos y roto en llanto.

Los bandidos enviados por Armando llegan hasta su casa y al no encontrarse con estos, optan destruir toda la casa, incluida la panadería de los Reyes. Al llegar a la casa, los tres hermanos tienen claro que no se trató de un robó, sino que iban por ellos.

Doña Eduina no para que llorar por Franco, pero la decepción amorosa de este al ver a Rosario casándose hace que regrese donde ella, su dolor por la cantante hacen que este acepte la propuesta de matrimonio de la mujer, vendiendo su vida.

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