Anabel encuentra a Pedro Miguel compartiendo mucho tiempo con su vecina Monserrat, lo que la incentiva aún más a gritar su amor a cuatro vientos y demostrarle a todo el pueblo que su relación es seria.
Pero la madre de Carmelo se enfrentará a una actitud que no esperaba por parte de Pedro Miguel, al notarlo poco convencido e inseguro con la idea del matrimonio, lo que le deja un profundo dolor e incertidumbre.