Todas las pruebas apuntan a que Taylor Swift pertenece a una especie distinta al resto de las estrellas. Si para sus compañeras celebrities la visita al gimnasio es el único momento en que muestran su verdadera cara, la cantante parece recién salida de una cita con su estilista. Aparentemente la joven luce así de fresca tras una sesión de entrenamiento, con un melena perfectamente peinada -y con diadema incluida- y un fresco vestido rojo de tirantes a juego con el maquillaje que debe de ser a prueba de ácido, visto como resiste a las sesiones de cardio.
Actualizado: febrero 05, 2016 07:11 p. m.