Ser una estrella de la música a nivel internacional como Taylor Swift tiene sus privilegios a la hora de viajar, hasta el punto de que a la cantante le fue permitido embarcar en su jet privado y despegar del aeropuerto londinense de Luton este lunes, a pesar de que las instalaciones estaban siendo evacuadas debido a una alerta de bomba después de que un pasajero observase un "vapor sospechoso" saliendo de una maleta.
"La escolta de Taylor consistía en un Porsche blanco, una furgoneta Mercedes plateada y un Range Rover negro. De alguna manera se las habían arreglado para abrirse camino hasta un aeropuerto que estaba siendo cerrado, y a Swift se le permitió embarcar en su vuelo", declaró una fuente al periódico The Sun.
Gracias a un trato tan considerado, Taylor se ahorró la espera de cuatro horas que tuvieron que afrontar el resto de viajeros mientras los equipos de seguridad registraban el supuesto artefacto explosivo, que resultó tratarse únicamente de unas planchas para alisar el pelo como se descubrió después de hacerlo detonar utilizando un robot a control remoto.
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Al resto de pasajeros se les permitió volver a acceder a las instalaciones aeroportuarias alrededor de las 5:30 pm, pese a que muchos de los vuelos ya habían sido cancelados o desviados a los aeropuertos de Stansted, Birmingham o Gatwick, con el consiguiente quebradero de cabeza para los afectados, una desagradable situación por la que Taylor no parecía estar dispuesta a pasar.
"Taylor no iba a considerar de ninguna manera la idea de viajar en un vuelo comercial", aseguraba un representante de la joven cantante.
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Por: Bang Showbiz