Confiábamos en que Rihanna tuviera mejor criterio a la hora de gastar su fortuna en las marcas más exclusivas, pero resulta que no. La cantante se compró un abrigo de Miu Miu valorado en 3.200 dólares y no se le ocurrió otra cosa que llevárselo al trabajo y 'medio-ponérselo' encima de un vestido negro de licra.