La estrella televisiva Kim Kardashian y su marido, el rapero Kanye West, están ansiosos por dar la bienvenida a su nuevo bebé el próximo mes de diciembre, pero no quieren que su hija mayor, North West (23 meses), se sienta desplazada cuando llegue, por eso han decidido apuntar a la pequeña a clases para que aprenda a ser una buena hermana mayor y a compartir la atención de sus padres. Estas clases tendrán un coste de 300 dólares la sesión.
"Kim ha apuntado a Nori a clases de hermana mayor. Dará clases individuales y en grupo. Parte de las sesiones incluirá jugar con muñecas", explicó una fuente a la revista heat.
Por su parte, el rapero ha comenzado a reunir ya un vestidor repleto de prendas de las marcas más exclusivas para que su segundo hijo no tenga que reutilizar la ropa de su hermana mayor, lo cual, desde el punto de vista de Kanye, podría hacerle desarrollar un complejo de inferioridad.
"Kanye se niega a permitir que el bebé use la ropa de North, por si acaso acaba desarrollando un complejo de inferioridad. Planea gastarse un millón y medio en ropa de diseñador", añadió.
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Además, Kanye también está siendo el encargado de decorar la nueva habitación para el bebé, para lo que está buscando los muebles más exclusivos a lo largo y ancho del mundo.
"Está remodelando por completo una de las habitaciones para invitados para convertirla en una habitación para el bebé. Se ha fijado un presupuesto de un millón para los muebles", apuntó el mismo informante.
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