Miranda Kerr quiere demostrar que es capaz de mucho más que contonearse por una pasarela con unas alas de ángel pegadas a su bonita espalda. En su última escapada a Australia, la modelo demostró que también es toda una mujer de negocios que quiere conocer de primera mano el estado de la tienda orgánica que posee en Sídney. Aunque no se le ocurrió pensar que las grandes magnates de las finanzas no llevan camisas con estampado de leopardo, su discreta americana beige y su bolso maletín negro sí que transmitían autoridad y eficiencia.
Actualizado: febrero 05, 2016 07:12 p. m.