La estrella del pop Miley Cyrus odia la exclusiva zona comercial de Rodeo Drive, en Los Ángeles, porque cada vez que entra en alguna tienda de marca, las dependientas le hacen sentirse como Julia Roberts en Pretty Woman.
"Habéis visto Pretty Woman, obviamente. Bueno pues ellas son como se ve en la película. Cuando entro me miran de la peor manera posible y yo soy demasiado bocazas como para lidiar con ese tipo de personas", comentó la artista a la edición australiana de la revista Style.
Muchas veces Miley se siente juzgada, pero se niega a cambiar su forma de ser para gustar a los demás.
"A la gente le gusta juzgarme la mayoría de las veces. Me niego a ser de una manera concreta o a vestir de una forma determinada", confesó Cyrus antes de asegurar que tampoco soporta estar en las manos de una maquilladora.
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"Yo hago lo que quiero porque de otra manera te sientas en una silla y entonces, de repente sales y ya no eres tú misma. Eso me desespera. Soy un poco loca del control, creo", comentaba la controvertida cantante.
Miley admite que se siente obligada a intentar "arreglarlo todo", por lo que necesita centrarse en evitar decepcionar a la gente.
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"Hay muchas cosas que están pasando en el mundo e intentas arreglarlo todo. Tienes que empezar por centrarte, si no acabas haciendo promesas que no puedes cumplir, y eso es lo peor que puedes hacer", añadió.