Aunque en un principio la noticia de la relación de Mario Vargas Llosa con la socialité Isabel Preysler -madre del cantante Enrique Iglesias y exmujer de Julio Iglesias- cayó como un jarro de agua fría sobre su familia y, en especial, sobre su mujer Patricia -con quien había compartido los últimos cincuenta años de su vida-, parece que el paso del tiempo ha conseguido calmar los ánimos. Tanto es así, que el proceso de divorcio del antiguo matrimonio está ya a punto de oficializarse de manera "amistosa", aunque eso no implica que el escritor e Isabel tengan planes de pasar por el altar.
"Para la familia no ha sido fácil. La situación los tomó por sorpresa. No esperaban que surgiera algo como esto a estas alturas de mi vida. Así que ha habido que limar las cosas. Pero el divorcio va resolviéndose poco a poco, de manera amistosa y bien", confirma el premio Nobel en su primera exclusiva junto a Isabel, concedida a la revista ¡HOLA!
A pesar de no tener planes para formalizar su unión, la pareja atraviesa un momento inmejorable.
"Esto que nos sucedió a nosotros fue inesperado. Estamos en una etapa muy bonita, muy feliz, dando los pasos que se van dando cuando se han de dar. Nos reímos mucho juntos, nos entendemos muy bien, nos queremos mucho", añade Llosa, que define el tiempo que ha compartido con Isabel como "el año más feliz de mi vida".
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"El nuestro sería un amor de una buena novela romántica", matiza Isabel.