Por muchos años que pasen, Madonna sigue siendo una de las artistas más polémicas de la industria musical. La reina del pop enloqueció al público del famoso festival de música de Los Ángeles, Coachella, apareciendo en el escenario por sorpresa durante el concierto de Drake e interpretando una versión de la canción 'Madonna' del rapero canadiense. Drake se acomodó en una silla mientras la cantante daba rienda suelta al espectáculo, que terminó con un efusivo beso que dejó al rapero un tanto dolorido.
La artista de 56 años, vestida con una camiseta larga negra en la que se podía leer 'Big As Madonna', no pareció darse cuenta de la reacción de del rapero, que tras recibir el 'morreo' de la cantante se tapó la boca con expresión de dolor.
"Zorra, yo soy Madonna", dijo antes de abandonar el escenario, mientras Drake se reía y preguntaba a la multitud: "¿Qué co*ones ha pasado?".
Este apasionado momento con el que la cantante deleitó a los espectadores del festival, podría haber sido un sueño hecho realidad para la artista -madre de Lourdes (18), Rocco (14), Mercy y David (ambos de 9 años)- pues recientemente confesó lo mucho que le encantaba Drake y las ganas que tenía de intimar con él.
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"La ambición de mi vida que aún quiero conseguir es tener una cita de ensueño con Drake, y no solo besarle", revelaba a Us Weekly.