El negocio no ha salido del todo mal a la cantante, quien se hizo con el inmueble junto a su exmarido Guy Ritchie por 12 millones de dólares (casi 9 millones de euros) en 2003.
Las atractivas dimensiones de la residencia -que cuenta con 5 000 metros cuadrados- y la privacidad que ofrece al estar situada a 150 metros del acceso público habrían sido los factores principales que han impulsado al inversor a hacerse con la casa, que además cuenta con todo tipo de lujos imaginables: 26 habitaciones, una piscina, una pista de tenis, un gimnasio de última generación y una sala de cine.
El interés de Madonna por deshacerse de su vivienda podría estar relacionado con su decisión de hacerse con un tipo de propiedad más pequeña en la misma ciudad californiana.
Por: Bang Showbiz