Estuvieron largas horas paradas bajo el sol y la lluvia, y el frio tampoco las detuvo. Lo importante era estar ahí por si el canadiense salía a saludar. El fisgón observó que hay fanáticas de todas las edades y que el cantante estuvo muy juicioso esta vez. Salió a hacer deporte, a almorzar y al spa.
Al lente del 'fisgón', tampoco se le escapó el momento en el que llegan los músicos de Justin Bieber. Algunos de ellos, saludaron a las fanáticas que se encontraban en el lugar e igualmente, pilló a sus dos bailarines principales saliendo del hotel con rumbo desconocido.