Los rumores que apuntaban a que la reina Isabel II había adquirido un piso en Manhattan (Nueva York) valorado en 7.9 millones de dólares han resultado no ser ciertos.
Aunque en los documentos de adquisición de la vivienda figura el nombre de 'Su Majestad la Reina de Nueva Zelanda', el verdadero comprador del exclusivo apartamento situado en la decimoctava planta del edificio es en realidad Gerard van Bohemen, representante de Nueva Zelanda en las Naciones Unidas, según informa el periódico New York Post. Bohemen utilizó su título oficial como representante de Isabel II, jefa de estado del país, cuando firmó las escrituras de propiedad de la vivienda.
El mes pasado salió a la luz la noticia de que la soberana podría abandonar el palacio de Buckingham debido a una serie de obras de renovación que incluirían reparaciones en la instalación eléctrica y en la fontanería, por lo que la posibilidad de que Isabel decidiera trasladarse durante una temporada a Nueva York no parecía tan descabellada, tal y como se hicieron eco Variety y el portal Real Deal.
"El piso podría ser fácilmente el refugio perfecto para los nietos de la reina, o para la propia Isabel. Únicamente, por supuesto, si decide abdicar y entregarle el trono a su hijo Carlos", aseguraba este último medio.
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Por Bang ShowBiz
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