La estrafalaria Kesha no dejó a nadie indiferente a su llegada al aeropuerto de Los Ángeles, pero en este caso también demostró que necesita una clase magistral sobre cómo elegir los accesorios más adecuados para cada ocasión. La sofisticación de su clásico bolso de cuero y su amplio sombrero fedora no casaba con la alegría que desprendía su desenfadado vestido de flores, y menos aún con el llamativo cabello violeta que se ha convertido en su gran seña de identidad.
Actualizado: febrero 05, 2016 07:11 p. m.