En esta última ocasión no ha sido una de las extravagantes peticiones del polémico Kanye West lo que ha provocado el pánico entre su equipo de asistentes a su paso por Australia, sino la crisis de convulsiones que sufrió el rapero ayer miércoles horas antes de su actuación, obligándole a desplazarse inmediatamente al hospital Epworth de Richmond (Melbourne) para someterse a una resonancia magnética.
"A mi hija le estaban practicando una resonancia magnética. Poco después de haber empezado, el personal de seguridad irrumpió en la sala de espera para despejar la zona. Nosotras dos fuimos las únicas que nos quedamos allí, junto a las enfermeras y los médicos, ya que todavía no habían acabado de examinar a mi hija. Lo siguiente que vi fue a Kanye entrando por la puerta rodeado de sus guardaespaldas con uno de los lados de su cara cubierto con algo blanco. Todo el mundo parecía estar sufriendo un ataque de pánico", declaró Lorraine Terry, testigo presencial, a la revista australiana Woman's Day.
Finalmente todo pareció quedar en un susto, ya que Kanye pudo incluso llegar a tiempo para actuar frente al público que le esperaba en el Rod Laver Arena de Melbourne.
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Por: Bang Showbiz