Jay Z se lleva a su barbero de confianza a donde viaje

Puede parecer a simple vista que el peinado de Jay Z no tiene mucho misterio, pero lo cierto es que el rapero solo le confía el cuidado de su pelo a una persona: Johnny Castellanos, conocido como Johnny Cake, un barbero que regenta un pequeño establecimiento en Nueva Jersey.

Y es que a pesar de ser una estrella del hip hop desde hace 20 años, además de empresario, y padre de familia, el marido de Beyoncé sigue fiel a su tradición de ponerse únicamente en manos del ahora popular barbero, con más de 20.000 seguidores en Instagram, para sus cuidados capilares, sin importarle si se encuentra en Nueva York, Los Ángeles o cualquier otra parte del mundo. Ante esas circunstancias, el artista no tiene reparo alguno a la hora de mandar un avión para recoger a su buen amigo.

"Estoy muy agradecido cada vez que me subo a un avión. ¿De verdad estoy volando de una punta a la otra del país por un corte de pelo? Tío, es una locura", ha explicado Castellanos en una entrevista al diario USA Today.

Los caminos de Johnny y Jay se cruzaron cuando el primero tenía tan solo 18 años y contaba con el por entonces mánager y socio del rapero, Damon Dash, como cliente habitual. El representante invitó posteriormente al barbero a una fiesta celebrada en los Hamptons donde se encontraba el famoso artista, quien le pidió que le cortase el pelo para comprobar sus habilidades.

"Estaba en plan, 'Venga ya'. Estaba muy nervioso, pero tenía que actuar como si lo hubiese hecho antes", ha relatado sobre su primera toma de contacto con Jay Z.

Desde entonces, Johnny Cake va allá dónde Jay Z esté, y por el camino ha tenido la oportunidad de conocer a grandes estrellas como el fallecido Michael Jackson, Stevie Wonder, Snoop Dogg o Pharrell Williams, este último uno de sus actuales y más fieles clientes.

"Siempre he intentado creer que tengo que parecer el barbero más guay, y así es cómo podré atraer a otros clientes de alta gama. Si estoy con Jay Z, no puedo actuar como un fan o estar súper emocionado. Siempre soy el primero en juzgarme y pensar demasiado las cosas", ha confesado en la misma entrevista.