La modelo Ashley Graham lo tiene todo: una belleza envidiable y un carácter luchador que con los años le han hecho ganar millones de admiradores por todo el planeta. Sin embargo, ni todo el dinero ni la fama ni los elogios del mundo le han llevado a perder un ápice de su humildad, ya que, como la mayoría de mortales, también necesita esforzarse diariamente para fortalecer su autoestima.
"Cada mañana me digo a mi misma que soy valiente, que soy brillante, que soy guapa. Creo que nuestras palabras tienen poder. Si constantemente te dices a tú mismo que no eres suficientemente bueno y pones en duda tus capacidades a diario, al final no conseguirás nada. Estas afirmaciones positivas han cambiado mi forma de ver la vida", explica la modelo en el último número de la revista People.
La rutina motivacional de la estadounidense cobra todavía más sentido si se tiene en cuenta que, a lo largo de su trayectoria, ha tenido que sobreponerse a las duras críticas que ha venido recibiendo por su aspecto físico. Se lo hicieron pasar tan mal en el propio seno de la industria que incluso se planteó dejarlo todo.
Publicidad
"He coincidido en un set de rodaje con fotógrafos, estilistas y mis propios agentes que me han dicho que estaba engordando demasiado. También me han hecho comentarios sarcásticos como que era hora de dejar las chocolatinas. Y todo eso se quedó conmigo y me hizo mucho daño", añade en la misma entrevista.
Publicidad
Pero por suerte, Ashley siempre ha contado con un ámbito familiar saludable.
"La única persona que me ayudó a salir del pozo fue mi madre. Me dijo que yo era suficientemente buena, que no podía rendirme y tenía que descubrir cómo seguir para adelante. Estoy muy orgullosa de haberlo hecho. Un poco de amor duro es lo que más me ayudó", confiesa también.
Por: Bang Showbiz
Publicidad