Antes de conocer a David Furnish, su marido y padre de sus dos hijos -Elijah y Zachary-, el mítico intérprete Elton John estuvo casado durante cuatro años con Renate Blauel, una ingeniera de sonido alemana con quien contrajo matrimonio en Sídney en 1984, antes de reunir el valor necesario para anunciar públicamente que era homosexual en 1988, el mismo año en que se divorció. Pese al amor y respeto que siempre sintió por Renate, si de algo se arrepiente Elton -que en 1976 había anunciado que era bisexual- es de haberse casado con ella y de haberle causado tanto dolor a una persona tan importante para él.
"Hace muchos años, elegí Australia como el escenario de mi boda con una mujer maravillosa, por quien sentía un gran cariño y admiración. Quería, por encima de cualquier otra cosa, ser un buen marido, pero en su lugar me dediqué a negar quién era realmente, lo cual provocó una gran tristeza a mi esposa y, a mí, una sensación de gran culpa y arrepentimiento. Para ser merecedor del amor de otra persona, tienes que ser lo suficientemente valiente para ser sincero contigo mismo y con tu pareja", explica el legendario cantante en una publicación de su Instagram.
El intérprete ha querido echar la vista atrás para sincerarse con sus seguidores acerca de ese capítulo tan complicado de su biografía en el marco de la consulta pública que se celebrará el próximo 7 de noviembre en todo el país australiano como primer paso para la aprobación de una ley que permita el matrimonio entre personas del mismo sexo. En su caso, tener la oportunidad de pasar por el altar con el hombre al que amaba le hizo ganar un nuevo sentido de responsabilidad social y, más importante aún, consiguió que se sintiera por fin completamente aceptado, como individuo y pareja.
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"Hace casi 24 años, encontré a la persona con la que podía ser yo mismo. Cuando nos casamos en 2014, fue como si ese hecho fuera aceptado por el mundo. Que David y yo pudiéramos amarnos y comprometernos el uno con el otro abiertamente, y que eso fuera reconocido y celebrado además por otros, es lo que hace que merezca la pena vivir la vida. Esa aceptación y apoyo han hecho que queramos ser unos miembros de la sociedad lo más productivos, responsables y amables posible, y también los mejores padres que podamos ser", ha asegurado, antes de realizar un llamamiento a todos los australianos para que voten sí a la igualdad, la libertad y el amor.
"Amo Australia. Adoro su espíritu, su falta de pretensiones, su pasión. Espero que también pueda aceptar la honestidad y el coraje que se requiere para ver el matrimonio gay como una expresión, no de deseo, sino de amor. #el amor es amor", concluye.
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Por: Bang Showbiz