Los hechos ocurrieron en 2015, cuando según la víctima, recibió descargas eléctricas y fue conducida hasta Tabio, donde la sometieron a ataques físicos y psicológicos, entre ellos raparle la cabeza.
“Me mordían, me torturaba, me jalaban el pelo. Cuando llegaron a un sitio escondido me cortaron mi ropa y me dejaron desnuda. Me dejaron calva. Me electrocutaban. Decían que me iban a asesinar, que andaban con gente muy poderosa y no terminarían en la cárcel, yo era la que perdería; que la próxima vez me echarían ácido; que iban a destruir mi vida. Si no llega un agente, me matan”, dijo en su momento Muñoz.