Además de ser admirada internacionalmente por su incansable labor humanitaria, la princesa Diana fue uno de los mayores iconos en cuestión de moda de su generación gracias en gran parte a su característica melena rubia y su impecable maquillaje, una imagen pública de cuya importancia nunca dejó de ser consciente.
"Diana siempre estaba abierta a nuevas ideas y dispuesta a probar cosas nuevas en lo tocante a su estilo. Creo que en cuanto trabajamos juntas comenzó a darse cuenta del poder del peinado y el maquillaje que elegía. Se trata de algo que no debería ser subestimado por nadie. Desde el inicio de mi relación laboral con ella, Diana hacía todo con moderación. Incluso moderó mucho el consumo de bebidas alcohólicas para que su piel estuviese perfecta", aseguró a la revista Stylist la reputada estilista Mary Greenwell, quien tuvo la oportunidad de conocer a la malograda princesa durante un reportaje fotográfico para la revista Vogue en 1991.
Después de tantas horas acicalando a una de las mujeres más admiradas por su belleza, el recuerdo que Mary Greenwell guarda de Diana de Gales no está ligado a los trucos de belleza o el cutis impecable de la princesa, sino a la "dulzura" con la que siempre se dirigía a todos los que la rodeaban.
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"Recuerdo que todavía estaba encontrando su propio estilo cuando nos conocimos por primera vez, poco tiempo después de casarse con el príncipe Carlos. Su matrimonio parecía sólido, y ella era la mujer más divina y dulce del mundo. Fue un privilegio inmenso poder trabajar con la que entonces era nuestra futura reina", añadió.
Lady Diana falleció en un accidente de tráfico en París el 31 de agosto de 1997.
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Por: Bang Showbiz