La familia de Bobbi Kristina Brown -que falleció el pasado domingo a los 22 años en la clínica de paliativos Peachtree Christian Hospice de Georgia tras pasar casi seis meses en coma después de ser encontrada flotando boca abajo en la bañera de su casa de Atlanta- dará el último adiós a la joven el próximo sábado durante su funeral, que se celebrará en la Iglesia Metodista Unida de St. James, en Alpharetta (Georgia), antes de que Bobbi sea enterrada junto a su madre Whitney Houston en el cementerio de Fairview, en Nueva Jersey, el próximo lunes.
La oficina de examinadores médicos del condado de Fulton devolvió los restos mortales de la joven a su familia este martes después de completar la autopsia con la que pretende esclarecer la causa de su muerte.
Los seres queridos de Bobbi, incluyendo su padre, el cantante Bobby Brown, tenían la esperanza de poder celebrar el funeral mañana jueves, pero finalmente decidieron retrasarlo para que todos sus familiares pudieran asistir, según ha contado una fuente a UsMagazine.com.
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Los examinadores médicos tienen previsto realizar más pruebas, pero por el momento nada apunta a que la muerte de Bobbi fuese otra cosa que un desgraciado accidente.
Los tutores legales de la malograda joven presentaron una demanda contra su novio, Nick Gordon, el pasado mes de junio por malos tratos y por robarle dinero a Bobbi, aunque él sigue defendiendo su inocencia.
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"Nick dice que no le hizo daño a Krissy, que no es el culpable de su muerte. Ha perdido a su alma gemela. Eran dos jóvenes con un pasado problemático, pero se querían. Únicamente es culpable de ser un crío. Ahora tendrá que encontrar una forma de seguir adelante, está sumido en el dolor. Lo estará durante un largo tiempo", aseguraba una fuente a People.
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