Cuando hace una década la modelo Poppy Delevingne comenzó a ocupar páginas en las revistas perfilándose como la nueva 'it girl' británica, resultaba difícil imaginar que algún día su familia contaría también con otra estrella aún más mediática que ella.
Sin embargo, con el paso del tiempo su hermana pequeña, la célebre Cara Delevingne, decidió seguir sus pasos en la moda y acabó convirtiéndose en uno de los rostros más cotizados de la industria antes de abandonar las pasarelas para darle el salto al cine.
Pese a que ahora las tornas hayan cambiado y sea Poppy la que suele ser presentada como la 'hermana de' y no al revés, como sucedía en los inicios de su carrera, ella no se cansa de repetir lo muy orgullosa que se siente de todos los éxitos cosechados por Cara, a quien siempre le había augurado un futuro triunfal en el mundo del entretenimiento.
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"No estoy celosa de ella, por mucho que les pese. Siempre supe que iba a hacer algo especial, desde que era bien pequeña. Se sabía toda la letra de todas las canciones, todos los pasos de las coreografías. Era una pequeña actriz. Después de comer siempre nos deleitaba con una actuación. Era la niña de los ojos de todos nosotros", confiesa en una entrevista al semanario del diario Evening Standard la también actriz, quien al igual que la propia Cara hace algunos años, ha comenzado a labrarse una reputación como intérprete con pequeños papeles en las películas 'Rey Arturo: La leyenda de la espada' y 'Kingsman: El círculo de oro'.
La fascinación mediática que siempre han generado las guapas británicas se explica en parte por su inconfundible estilo y en parte por su particular niñez a caballo entre exclusivos internados y una mansión en una de las zonas más exclusivas de la capital británica.
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Sin embargo, este entorno aparentemente idílico estuvo marcado de puertas para dentro por la adicción a la heroína de su madre, una experiencia que por dura que parezca Poppy asegura que no resultó traumática para las jóvenes hermanas.
"Sí que tuvimos una infancia feliz. Si algo aprendí durante ese periodo es a entender mejor la depresión y la adicción. Eso es lo único con lo que me quedo: el haber comprendido que se trata de verdaderas enfermedades", rememoró en la misma entrevista.
Aunque en su momento fue una de las figuras más importantes y seguidas de la escena social británica, ahora Poppy prefiere hacer planes más tranquilos con su marido, el empresario James Cook, con quien se casó hace tres años.
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"Siempre me han gustado mucho los pubs, soy mucho de tomar cerveza, pero ponerme tacones de 20 centímetros e ir a clubs nocturnos me produce pavor", bromeó.
Por: Bang Showbiz
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