Hace más de una década, Carolina Soto tuvo su primer acercamiento con el mundo de las redes sociales, especialmente con Instagram, sin imaginar el impacto que esto tendría en su carrera.
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En sus inicios, la presentadora compartía los regalos que recibía de emprendedores, sin recibir pago alguno, simplemente apoyando marcas que le gustaban y generando una relación cercana con sus seguidores, quienes comenzaron a seguir sus recomendaciones con atención.
Su primera campaña paga llegó hace aproximadamente 10 años, cuando una marca de cereales le ofreció 500 mil pesos por una foto. “Nunca lo vi como un negocio, entonces yo decía: Dios mío, ¿esto es posible?", pensaba la modelo.
Así, poco a poco, comenzó a construir su presencia como influenciadora digital, logrando consolidar una comunidad fiel que hoy supera los 3.7 millones de seguidores.
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