Las hermanas Cara y Poppy Delevingne han venido luciendo con orgullo su condición de británicas tanto en las pasarelas como en sus esporádicas apariciones en cine y televisión, pero lo cierto es que como muchos otros compatriotas, las dos modelos han optado finalmente por adquirir una vivienda en Estados Unidos y residir allí buena parte del año para tener acceso a mayores oportunidades laborales.
"Cara y Poppy pasan cada vez más tiempo en Los Ángeles, por lo que han considerado que era buena idea hacerse con una propiedad que les sirva de base de operaciones. Como siempre han estado muy unidas, la perspectiva de vivir juntas las tiene emocionadas porque se sentirían como en casa. Están deseando que les den las llaves para empezar a personalizarla cuanto antes", revela una fuente al diario The Sun.
La mansión en cuestión a la que Cara y Poppy pronto podrán referirse como su 'hogar' pertenecía hasta hace solo unos días al oscarizado actor Jared Leto, quien conoce personalmente a la menor de las dos hermanas tras su participación conjunta el año pasado en cinta 'Escuadrón Suicida'.
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Al margen del trato a buen seguro familiar que se dispensan los dos actrices, las Delevingne han pagado por el lujoso inmueble los más de dos millones de dólares en los que estaba marcado el precio de mercado de la propiedad, ubicada en la exclusiva urbanización de Hollywood Hills y que, entre otras comodidades, cuenta con una piscina de grandes dimensiones, dos cocinas, dos dormitorios e incluso un estudio de grabación, lo que le resultará muy útil a Cara ahora que ha decidido iniciar una carrera paralela en la música pop.
Mientras que Cara Delevingne ha vuelto por todo lo alto al cine comercial con su papel protagonista en 'Valerian y la ciudad de los mil planetas', una cinta del célebre Luc Besson en la que comparte cartel con Rihanna, Clive Owen y Dan DeHaan, su hermana mayor sufrió hace solo unos meses, de forma indirecta, claro está, un duro varapalo en taquilla con 'El Rey Arturo y la leyenda de la espada', la cinta de Guy Ritchie protagonizada por Charlie Hunnam que fue literalmente destrozada por la crítica.
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