De cara al mundo exterior, Madonna lleva décadas mostrándose como la reina del exceso y la provocación, quizá por eso resulte tan difícil imaginársela en el ámbito doméstico ejerciendo de madre estricta y muy presente en la vida de sus retoños, pero esa es precisamente su ocupación principal fuera de los escenarios.
Cuando se trata de la educación de sus seis hijos, la cantante no tiene ningún problema en interpretar el papel del progenitor estricto, sin importar que en ocasiones eso la convierta en el menos popular de los dos a ojos de sus pequeños.
"Yo soy la policia mala, soy a la que le toca decir siempre que no. He aceptado ese rol, aunque eso haga que no sea su 'preferida'", explica en una entrevista a la revista People.
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Esa filosofía de la reina del pop, madre de Lola junto a Carlos León, de Rocco junto a su exmarido Guy Ritchie y de Mercy, David y las gemelas Estere y Estella, a quienes adoptó en solitario, se explica con el hecho de que la suya es una familia moderna en la que varios de sus hijos pasan parte del tiempo fuera de casa con sus respectivos padres, por lo que cuando se encuentran bajo su techo trata de imponerles una rígida disciplina que cimiente los valores de esfuerzo y trabajo que ella les inculca.
"Lola y Rocco tienen padres diferentes, y yo tengo cuatro hijos adoptivos, así que hay un montón de influencias externas. Estoy tratando de asegurarme de que les transmito la misma sabiduría y cariño a cada uno de ellos", se justifica.
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