El empeño de Ariana Grande por ponerse esas orejas de gatito en su diminuta cabeza con esos vestidos minifalderos poblará nuestras pesadillas fashionistas durante años. Que alguien le diga a la cantante que en esta vida siempre hay que elegir, y no se puede querer ser provocadora sin perder la imagen de niña buena.
Actualizado: febrero 05, 2016 06:40 p. m.