La actriz Amanda Seyfried no cabe en sí de emoción ante la perspectiva de organizar la boda de su hermana mayor, Jenni, en su granja de Stone Ridge, en Nueva York, el próximo mes de agosto porque, por una vez, toda la atención no recaerá sobre ella.
"Está con el chico más maravilloso del mundo y va a ser genial, mejor que mi propia fiesta. Toda la atención estará puesta en ella, yo me voy a retirar a un segundo plano y me dedicaré a pasarlo bien", asegura la intérprete de 29 años, quien mantiene una relación con Justin Long, en el número de junio de la revista Vogue.
Tan entusiasmada está con la celebración que ha sorprendido hasta a la propia agasajada, quien se hubiera conformado con algo más discreto.
"Nunca tuve una boda de ensueño en mente, pero Amanda se ha emocionado mucho con el tema y ha tomado las riendas de todo. Es muy bonito", apuntó Jenni, de 32 años.
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A pesar de que Amanda está encantada con la propiedad rural que adquirió el pasado mes de octubre, ha decidido que a partir de ahora estudiará muy a fondo los papeles que le ofrezcan antes de aceptarlos por el bien de su vida sentimental.
"Me han pagado mucho dinero y lo que debería haber hecho era retirarme. ¡Compré esta casa con ese dinero! Hacer una película ocupa unos buenos dos meses del año, trabajando 14 horas al día. A ver, puede arruinar tu relación. Y si además tomas unas cuantas malas decisiones muy seguidas, la gente deja de llamarte", confesó.
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