Cuatro años después del nacimiento de su primer hijo, Angelo, la cantante Adele ha querido sincerarse acerca de los duros momentos que atravesó tras el nacimiento de su pequeño por culpa de la depresión posparto que padeció y que le hizo sentirse aislada en su propio círculo de allegados.
"Tuve una depresión posparto muy fuerte tras el nacimiento de mi hijo, y me asusté mucho. Mis amigos que no tenían hijos se enfadaban conmigo [cuando trataba de explicárselo], pero sabía que podía sentarme a hablar y desahogarme con los que sí tenían niños, porque entre nosotros no nos juzgábamos. Un día le dije a una de mis amigas: 'Odio todo esto, jo*er', y ella se puso a llorar y me respondió: 'Yo también'", revela Adele, que mantiene una relación estable con su novio Simon Konecki, fruto de la cual nació Angelo, en una entrevista a Vanity Fair.
La estrella británica ha querido aprovechar el altavoz que le proporciona su fama para asegurar que esta forma de depresión puede afectar a cualquier mujer y presentar síntomas muy diversos.
"Todo lo que yo sabía acerca de la depresión posparto era que hace que no quieras estar con tu hijo, que te preocupa poder hacerle daño y no estar haciendo un buen trabajo. Pero yo estaba como loca con mi pequeño. Me sentía una inepta, pensaba que había tomado la peor decisión de toda mi vida. [La depresión posparto] Se manifiesta de maneras muy diferentes", insiste la cantante.
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En su caso, Adele, que afirma tener un lado "muy oscuro" proclive a la depresión, acabó optando por concederse a sí misma algo de tiempo libre lejos de su hijo para no sentirse tan abrumada por su reciente maternidad.
"Con el tiempo acabé decidiendo que iba a darme una tarde libre a la semana, para hacer lo que me diera la gana sin el bebé. Uno de mis amigos me preguntó si no me sentía culpable por ello. Tuve que admitir que sí, que me sentía fatal, pero no tanto como si no me permitía tener algo de tiempo para mí".
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Por: Bang Showbiz