La Asamblea estudiantil se torna tensa y complicada con la intervención de los estudiantes, liderados por Santiago, en contra de que personas que estuvieron en la guerra ingresen a la universidad, pero el testimonio de un soldado que perdió la pierna al pisar una mina conmueve a todos los presentes en el recinto y los pone a pensar sobre el futuro de los reintegrados.
Montealegre siente que es la oportunidad para que los futuros médicos se enfrenten a la realidad que viene para el país, y así sentirá que puede mantener su cargo en la Universidad San Pablo.