Con la llegada de la televisión, se marcó una nueva forma de percibir el mundo y al verlo representado en una pantalla, se despertaron nuevos deseos. Uno de ellos es probar platos de película donde se muestre la comida de nuestros personajes favoritos. ¿Quién no moriría por probar una cangreburger después de ver 'Bob Esponja'? ¿O quién no soñó con sumergirse en el mundo de ‘Charlie y la Fábrica de Chocolates’?
La tendencia de recrear recetas de películas, series o novelas nace de una inspiración visual. Se dice que todo entra por los ojos y las películas saben muy bien
cómo presentar la comida de una manera visualmente atractiva.
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Las escenas en las que se muestran alimentos deliciosos pueden despertar nuestro apetito y estimular nuestro interés en recrear esas recetas en casa. ¿Quién no querría saber cómo saben los tacos de espagueti de 'iCarly'?
No hay nada más provocativo que ver a nuestro personaje favorito disfrutando de una comida particularmente apetitosa. Podemos sentir una conexión emocional con la escena y desear experimentar la misma satisfacción al probar la receta.
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Por otro lado, el cine nos ayuda a explorar tradiciones. Muchas veces, estas producciones nos transportan a diferentes lugares o momentos históricos, presentándonos comidas y recetas de diversas culturas que despiertan nuestra curiosidad y el deseo de explorar nuevos sabores, como el pastel de 'María Antonieta'.
Hacer recetas que vemos en el cine puede ser una forma divertida de compartir experiencias con amigos y familiares. Al cocinar y disfrutar de platos inspirados en películas, podemos crear momentos especiales y fortalecer nuestros lazos con los demás. ¿Qué mejor plan que ver Harry Potter mientras disfrutamos de cerveza de mantequilla y grageas?
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La comida en las películas puede desempeñar distintos roles y tener diferentes significados, dependiendo de cómo se utilice en la trama. Puede ser parte de la historia, ser visualmente atractiva, transmitir emociones o incluso tener un propósito cómico.
Algunos ejemplos recordados son el ratatouille, los beignets de 'La Princesa y el Sapo', las delicias turcas de 'Las Crónicas de Narnia', el sorbete de menta de 'El Diario de una Princesa', el desayuno de 'La Gloria de Lucho', los juguitos de 'Mi Primera Vez', entre otros. Cada día sale una nueva película que sorprende y nos antoja.
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