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El espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LIX estuvo marcado por la presencia de Kendrick Lamar, quien no solo ofreció una presentación llena de energía, sino que también dejó entrever varios mensajes dirigidos a su rivalidad con Drake. Con indirectas en sus declaraciones, gestos y hasta en la aparición de una figura clave del pasado del rapero canadiense, Lamar convirtió su show en un momento de alta tensión dentro del mundo del hip-hop.Mira también: La otra invitada sorpresa de Kendrick Lamar en el Super Bowl 2025 que pocos notaron: no fue SZAKendrick Lamar en el Super Bowl 2025Uno de los momentos más llamativos ocurrió antes de interpretar 'Not Like Us', su canción más controversial contra Drake. Lamar declaró: "Quisiera cantar su canción favorita, pero ya saben cuánto les gusta demandar." El estadio vibró con el popular tema, donde el rapero californiano repite acusaciones que circulan en las redes sociales -y que no han sido demostradas- de que Drake es un pederasta y tiene una hija secreta a la que se niega a reconocer.Como guiño a esa canción, Lamar llevó colgado del cuello una 'a' repleta de diamantes que hace referencia a una parte de su canción en la que dice a "A minor" (un juego de palabras entre la nota La menor y un menor, en inglés), frase que fue coreada por todo el estadio. No obstante, el famoso rapero autocensuró la letra más polémica, en la que llama a Drake un "pedófilo certificado".En el espectáculo de Super Bowl, Lamar cantó 13 canciones, incluida 'Euphoria', tema que también contiene múltiples indirectas en contra del músico de 38 años.Conoce más: VIDEO: La reacción de Taylor Swift cuando la abuchearon en el Super Bowl 2025Además, la aparición de Serena Williams en el escenario agregó un nuevo nivel de provocación. La extenista fue pareja de Drake en el pasado, y su presencia junto a Lamar fue interpretada como un recordatorio de esa relación fallida. Aunque no se hizo ninguna mención explícita, la conexión fue evidente para los fanáticos y seguidores de la disputa entre los artistas.Con esta presentación, Kendrick Lamar no solo ofreció un espectáculo memorable, sino que también reforzó su postura en la rivalidad con Drake. Cada detalle del show pareció calculado para enviar un mensaje, dejando claro que el conflicto entre ambos sigue más vivo que nunca y que Lamar no teme llevarlo a escenarios tan masivos como el Super Bowl.

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