Para arruinar la boda de Alejo y Eli, Majo tiene que dejar atrás su orgullo y sonreírle a la costeña mientras hacen los preparativos para el gran día. Al buscar el vestido de novia apropiado, la cachaca recuerda que siempre soñó con casarse y lucir hermosa, pero todo en su vida cambió y perdió al amor de su vida.
A pesar de que Eli no quiere recibir la ayuda de la exnovia de Alejo, al final debe ceder y compartir una tarde entera con ella. Juntas encuentran un vestido que resalta su belleza caribeña y sin importar su valor, Majo decide pagarlo.