Hijo de uno de los más importantes ganaderos de Montería. A su mamá la perdió cuando tenía 6 años. Ella murió a causa de una grave enfermedad. Desde ese momento, Cristian y Aníbal, su padre, quedaron solos en el mundo. Aníbal, vencido por el dolor, se refugió en el trabajo mientras que Cristian encontró, en casa de los capataces de la hacienda, la familia que tanta falta le estaba haciendo.
A Doña Sonia aprendió a quererla como a una madre y a Pipe, el hijo de la mujer, como a su propio hermano.
Aunque Cristian disfrutaba de la vida de la hacienda, el interés por la política lo llevó a cursar estudios de derecho. Es un gran abogado y tiene un gran futuro como político, sin embargo, hay algo en él, tal vez relacionado con la soledad a la que lo condenó su padre cuando pequeño, que lo empuja a transitar por el camino de la ilegalidad.
Cristian es un tipo inteligente, serio, buen orador, ambicioso. Poco fiestero. Físicamente es todo lo contrario de su mejor amigo, siempre perfumado, bien peinado y muy pero muy bien vestido.
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