Recio, fuerte, alto. Tiene una presencia escénica importante. No pasa desapercibido, luce seguro de sí mismo siempre. Es un hombre atractivo, latino. Lleva años en este oficio que le enseñó ya a ser descreído, cínico y esperar siempre lo peor.
No se hace falsas ilusiones, sabe que a veces los malos se salen con la suya y que la policía trabaja duro, pero la justicia no ayuda en un país donde los procesos penales duran una eternidad. Aun así, sigue haciendo lo que puede. Hace muchos años que dejó de ser soñador como el sargento Lituma, pero sigue creyendo que el deber hay que cumplirlo. Es inteligente y le gusta pensar que conoce la naturaleza humana.
Se casó cuando era joven y descubrió a los tres años de matrimonio que su mujer era la amante de su mejor amigo, se separó y nunca miró para atrás. Es coqueto y conquistador, pero no se toma nada en serio. Teme volver a perder. Se fija en Josefita con quién por fin piensa ir en serio hasta que descubre que ella está de amante de un hombre casado. A pesar de ese momento cierra la puerta de su corazón.
Es hincha del atlético Bucaramanga. Rumbero, le gusta el trago pero nunca da papaya y jamás incumple las horas de trabajo. Es más relajado que Lituma y mucho más temperamental. Pierde los estribos, le gusta usar la fuerza y dicen que es “tirofijo” Le gustan las armas y la acción. Es buen jefe, le gusta mandar y hasta ahora el único que se ha ganado su “respeto” como investigador es Lituma.
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Sueña con su ascenso como coronel para tener un trabajo más de escritorio y más ejecutivo.