Aunque no fue por decisión propia, Bárbara aceptó que Lorna viviera en la casa, Gustavo le hizo caer en cuenta que los costeños estuvieron en la clínica cuando se enfermó. No obstante, está a punto de colapsar le ha dañado todo en la casa.
Cada cosa que toca se estropea inmediatamente, acabó con la aspiradora, la nevera y la ducha. Bárbara no aguanta más.